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¿Cuánto tiempo puede guardarse un vino? ¿Cuánto tiempo puede guardarse un vino?

No todos los consumidores de vino saben que los vinos pueden guardarse durante años. Eso sí: para que un vino sea de guarda, ha de reunir ciertas características que desvelemos a continuación. Se lo contamos en detalle.

Por Sergi Arana, 6 oct 2023 6 minutos de lectura

Imagen de una viña como símbolo de la guarda de vinod
Créditos: Sahin Sezerdincer | Unsplash

Guardar vinos para beberlos en una fecha señalada, para obsequiar a nuestros seres queridos en un cumpleaños importante, para coleccionar o como proyecto de inversión es algo habitual en países como Francia o Reino Unido. En España, cada vez el interés y aprecio por la guarda de vinos es mayor. Ahora bien, ¿Cuánto tiempo se puede guardar un vino?

Elementos que determinan que un vino sea de guarda

Saber cuáles vinos son de guarda y cuáles no es la clave del éxito, pero no siempre es fácil. Para comprender mejor el valor de conservar un vino durante varios años, primero tenemos que entender cómo evoluciona a lo largo de los años. Como producto vivo y sensible a los estímulos externos, el vino evoluciona constantemente desde el momento en que se embotella. Generalmente pasa por cuatro etapas: juventud, madurez, apogeo y declive.

Por lo general, en un vino tinto podemos distinguir fácilmente por su color si es joven o viejo: un vino tinto joven suele tener tonalidades más subidas, un rubí claro o rojo granate. En nariz, los aromas suelen ser varietales (ligados a la variedad de uva) y el bouquet está marcado por marcadas notas frutales o florales. En boca, destacan los sabores afrutados esperados y los taninos son densos.

A medida que el vino madura, su color y sus aromas cambian. Su color se vuelve más más etéreo, con tintes anaranjados. Dependiendo de la variedad de uva, el vino será casi de color teja. Sin embargo, cuando el vino presenta tonalidades marrones o apagadas, nos indica que su apogeo puede ya haber pasado. En nariz y en boca, los sabores se desarrollan y se abren a notas de fruta más madura, incluso cocida, y la textura general se suaviza y se vuelve más delicada.

En España, cada vez el interés y aprecio por la guarda de vinos es mayor. Ahora bien, ¿Cuánto tiempo se puede guardar un vino?

¿Cuándo alcanza un vino su apogeo?

El punto álgido se alcanza justo antes de que el vino entre en su fase de declive, cuando deja de evolucionar. Este momento es diferente para cada vino, y eso es lo que hace que el proceso de envejecimiento sea tan especial. Cuando el vino entra en su declive, se inicia una fase en la que gradualmente empieza a perder algunas de sus cualidades. Hay algunos vinos que tras su fase de apogeo pueden entrar en un largo letargo y mantenerse prácticamente inalterables en ese punto durante años: sin embargo, pasada la fase de apogeo, lo mejor será no postergar demasiado su consumo. 

Curva de la vida de un vino

La oxidación, ¿qué papel juega?

El envejecimiento del vino es un conjunto bastante complejo de reacciones químicas, algunas de las cuales aún no comprendemos del todo. Uno de sus elementos principales es la oxidación. El vino sufre oxidación a lo largo de su crianza. Es esta oxidación la que transformará los aromas del vino. Pero, cuidado: la forma final del vino oxidado… es el vinagre. Por tanto, la oxidación es necesaria para que el vino madure y alcance su plenitud, pero siempre oxidación controlada y moderada por elementos que la contrarrestan como el azúcar, la acidez y los taninos. 

Envejecer un vino significa reunir todas las condiciones para que pueda oxidarse de la forma más lenta y controlada posible. Por eso, no todos los vinos tienen el mismo potencial de guarda

 

¿Cuáles son los factores que determinan el potencial de envejecimiento?

En general, para saber si un vino tiene un buen potencial de envejecimiento, nos fijamos en cuatro indicadores:

La añada: el factor más importante a la hora de elegir una botella de vino, la añada corresponde al año en que se vendimiaron las uvas. Este año puede estar muy influido por la meteorología, que desempeña un papel fundamental en el ciclo de la vid y, por tanto, en las uvas. Por eso hay añadas buenas y malas, según la región. Un vino de una mala añada nunca mejorará con el tiempo, sino todo lo contrario. Por eso es esencial elegir una botella elaborada en una buena añada. Existen varias guías que le mostrarán las mejores añadas por regiones y colores.

Los taninos: para los vinos tintos, es uno de los aspectos más cruciales. Como hemos visto antes, un vino pasa por varias fases a medida que envejece, pero en todos los casos acaba deteriorándose con el paso de los años. Los taninos dan estructura a un vino. Poco a poco, esta estructura irá disminuyendo y los taninos se debilitarán. Por tanto, cuanta más estructura tánica tenga un vino, más estructura y mejor envejecerá.

El nivel de azúcar: reservado más para los vinos blancos, el azúcar también es un factor importante en la conservación del vino. El azúcar ayuda a conservar el vino y ralentiza su deterioro. Por tanto, cuanto más dulce sea un vino blanco, mayor será su potencial de envejecimiento.

El nivel de acidez: muy presente en los vinos blancos, pero también muy importante en los tintos, la acidez es una de las claves de un buen potencial de envejecimiento. Cuanto más ácido sea un vino, más tiempo podrá conservarse. Con el paso de los años, el vino perderá progresivamente su acidez y se volverá más plano. Por simple lógica, cuanto más ácido sea un vino, más tiempo se conservará. Además, las propiedades antioxidantes de la acidez protegen al vino de los efectos del aire.

Imagen de una viña como símbolo de la guarda de vinod
Créditos: Domaines Ott

Adicionalmente, hay otros factores que nos pueden ofrecer garantías para guardar un vino:

La variedad o variedades de uva: algunas algunas se adaptan mejor al envejecimiento que otras. En variedades tintas destacan la Nebbiolo, Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Sagiovese, Merlot, Syrah, Pinot Noir o Malbec; en variedades blancas, la Viura, la Chardonnay, la Riesling y la Semillon.

La crianza en barrica: El envejecimiento en barrica es un proceso complejo que afecta al vino a nivel físico y químico. La madera aporta taninos, que le dan estructura y cuerpo, pero también los suaviza y les da complejidad aromática. Sin embargo, este proceso no es adecuado para todos los vinos. Los vinos suaves, ligeros o sutiles no suelen beneficiarse del envejecimiento en barrica, ya que la madera les puede aportar demasiada estructura y hacerlos demasiado amaderados.

 

¿Influye la procedencia en el potencial de envejecimiento?

Algunas denominaciones de origen, por naturaleza, producen vinos más intensos y estructurados que otros: ello les dará un mayor potencial de guarda que otras. Sin embargo, un factor más determinante aún será el terroir, ya que la combinación de suelo, climatología y bagaje histórico, cultural y humano son elementos que pueden determinar de un modo más preciso el potencial de envejecimiento de un vino.

Por ejemplo, los grandes vinos tintos de Burdeos son famosos por su buen potencial de envejecimiento. De hecho, suelen tener la combinación adecuada de tanino y acidez. En España, riojas como los Tondonia —con abrumadores potenciales de guarda incluso para sus rosados— o riberas como Vega Sicilia son antología española de los vinos de guarda.

Los vinos blancos dulces, como el Sauternes o el Riesling de Alsacia también son buenos candidatos para el envejecimiento. Su contenido en azúcar residual permite conservarlos durante muchos años. Suelen tener una buena acidez para equilibrar este dulzor, lo que les confiere una doble ventaja.

Los vinos blancos secos conocidos por su buena acidez también son candidatos a vinos de guarda: los Grands Crus o Premiers Crus de Chablis, en el norte de Borgoña, o los vinos blancos del Loira como Sancerre. En España, además de los vinos blancos de Tondonia, también destacan los txakolís de Bizkaia gracias a que su buena acidez ayuda a conservarlos. Algo similar sucede con algunos Riesling de Rheingau (en la zona del Rhin) y del Mosel. 

También los vinos generosos como los vinos de Oporto o los vinos de Jerez son excelentes candidatos a vinos de guarda: sus niveles de azúcar y acidez los protegen de la oxidación y hacen que se mantengan en un nivel óptimo dentro de la botella, siendo vinos que pueden durar un buen tiempo incluso después que se haya abierto la botella —siempre y cuando se tapen bien y se mantengan en buenas condiciones—.

Imagen de una viña como símbolo de la guarda de vinod
La Cripta de Insolty. Créditos: Insolity 

 

Conservar y guardar bien los vinos: un factor fundamental

Todo lo expuesto con anterioridad no servirá de nada si, sin embargo, la procedencia de la botella y las condiciones de guarda no son o han sido las adecuadas. Pregúntese lo siguiente: ¿dejaría un Rolles Royce aparcado en medio de un callejón, a la intemperie? Un gran vino puede dejar de serlo si no se ha conservado bien y con las condiciones de luz, temperatura y humedad adecuadas. Aunque sobre el papel un vino reúna todas las características necesarias para un buen envejecimiento, si la botella está mal almacenada, el vino se estropeará y no mostrará todo su potencial.

¿Dejaría un Rolles Royce aparcado en medio de un callejón, a la intemperie? Un gran vino puede dejar de serlo si no se ha conservado bien y con las condiciones de luz, temperatura y humedad adecuadas.

Por ello, en Insolity hemos diseñado un verdadero santuario a tres pisos bajo tierra para guardar vinos: la Cripta, un banco suizo en términos de seguridad, con lujosos detalles y acabados, donde no solo podrá dejar que sus vinos evolucionen con todas las garantías de seguridad y las perfectas condiciones de luz, sonido, temperatura y humedad; sino que podrá contar con asesoramiento experto y ventajas exclusivas derivado de un servicio pensado para los grandes amantes y coleccionistas de vino.

 

La última palabra la tiene uno mismo

Aunque hay factores objetivos que determinan la potencialidad de evolución de un vino, hay un factor totalmente humano que también lo determina: los gustos propios.

Si quiere saber si vale la pena conservar un vino durante unos años, pruébelo joven. Y cuando lo haga, pregúntese: ¿es este vino lo suficientemente rico y complejo como para que la guarda le haga bien? ¿Será mejor en tres o cinco años?

Si la respuesta no es un rotundo sí, entonces quizás beberlo un poco antes. En mi opinión, lo mejor es tomar varias botellas y abrir una cada tantos años, idealmente cada 3-5 años: de este modo, además de investigar sobre la evolución de ese vino y hacer un ejercicio muy interesante para cualquier amante del vino, podrá hacer un seguimiento más preciso del potencial de envejecimiento.

Y probablemente verá que, en realidad, el tiempo de guarda ideal no existe, sino más bien que en realidad es el que usted prefiera, acorde a sus gustos y preferencias.

 

 

¿QUIERE QUE GUARDEMOS SUS VINOS?

La Cripta es un espacio pionero en España. Un lugar que ponemos a disposición de nuestros miembros para que guarden su bodega personal en las mejores condiciones de conservación y todas las garantías de seguridad.

Además, tendrán acceso a la gestión e información sobre el valor de sus vinos. Si quiere más información, nuestro equipo resolverá sus dudas sobre la guarda de Grandes Vinos en La Cripta. 

Contáctenos sin compromiso a través de nuestro consultor sumiller llamando o mandando un WhatsApp al +34 685 28 81 91 o escribiendo a: consultor@insolity.com. También puede consultar nuestra página informativa:

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Sergi Arana
Sergi Arana

Responsable comercial en Insolity. Experto sommelier y Brand Ambassador de Burdeos.

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Miguel