El magazine

En The Billionaire’s Vinegar, el periodista del New York Magazine Benjamin Wallace relata la fascinante historia de Château Lafite de 1787, que supuestamente pertenecía a Thomas Jefferson. La botella fue vendida en una subasta en Christie's en 1985 por un récord mundial de $156,000. Ciertamente, la inversión y el coleccionismo de vinos no es nada nuevo, pero se ha convertido en una de las inversiones pasionales más rentables a lo largo de los últimos años —de acuerdo con el índice Knight Frank de inversiones en bienes de lujo, es uno de los tres activos que más se ha revalorizado, un 162% en la última década—.

Créditos: Jöel Ventura.

Pero no todos los vinos cuentan con un buen potencial de revalorización. Elegir las botellas adecuadas a sus objetivos le permitirá diversificar su cartera y obtener rendimientos a medio y largo plazo, pudiendo destinar desde cantidades más moderadas hasta más ambiciosas.

Los blue-chips: los Picasso del vino

¿Por qué se dice que los Grandes Vinos son un activo pasional? Igual como el arte, los relojes o las joyas, los Grandes Vinos son un producto de lujo que cuenta con una doble dimensión: de consumo y disfrute, y de coleccionismo e inversión. Algunas etiquetas pueden llegar a alcanzar una interesante revalorización. 

Créditos: Insolity.

¿Qué vinos son blue-chips?

Una de las preguntas que más me hacen es la siguiente: “¿cuáles son los llamados vinos blue-chips?”. Si bien no existe una lista concreta de los mejores vinos, sí existen datos históricos del mercado, reseñas de la crítica especializada, y años de experiencia en el sector y de relación con las châteaux y connoisseurs que permiten determinar un listado concreto de referencias.

Para mí, algunos de los Grandes Vinos que pertenecen a esta categoría son Château Lafite-Rothschild; Château Mouton Rothschild; Château Latour; Château Haut-Brion; Château Margaux; Château Ducru-Beaucaillou; Château Cos d’Estournel; Château Palmer; Château Pontet-Canet; Château Lynch Bages; Château Petrus; Château Le Pin y Château Lafleur. En España, el equivalente serían Vega Sicilia, Viña Tondonia o Dominio de Calogía.

Créditos: Insolity

Créditos: Vega Sicilia

Todos ellos proceden de productores bien establecidos que gozan de una reputación estelar por elaborar vinos de altísimo nivel y calidad consistente, año tras año. Son botellas raras y escasas, de muy poca producción y, por tanto, con una oferta muy limitada. Y, además, son fáciles de diversificar y los beneficios obtenidos permiten seguir invirtiendo en nuevos activos futuros de vino.

Grandes Vinos accesibles y excelentes Second Vins

El 2022 ha sido una añada de grandes segundos vinos. Todos los que estuvimos en Burdeos en Primeurs en abril así lo sentimos. De hecho, Cheval Blanc no ha producido su segundo vino Le Petit Cheval de tan alta que fue la calidad obtenida en las parcelas que se suelen destinar a producirlo.

Esto sirve para ejemplificar que invertir en vino también puede hacerse desde un prisma más accesible. Hay un interesantísimo portfolio de Grandes Vinos y Second Vins de la añada 2022 que, en una escala de precio menor a los blue-chips, pueden llegar a tener atractivas valorizaciones y que, en todo caso, se pueden disfrutar desde poco tiempo después de su adquisición.

Un ejemplo paradigmático

Un ejemplo paradigmático lo tenemos con un Château La Fleur-Pétrus de 2008: su precio de salida en Primeurs en 2009 fue de 70€. A inicios de 2023, su precio en el mercado era de 278€: su valor se ha incrementado un 297%. Aunque los rendimientos pasados no predicen valores futuros, algunos vinos, dependiendo de la condiciones de la añada o las puntuaciones de la crítica pueden llegar a tener una performance sobresaliente, influyendo considerablemente en el valor que tendrán las añadas posteriores.

En este rango, una opción atractiva —diría que incluso divertida para quienes somos apasionados de los Grandes Vinos— es adquirir varias botellas del mismo vino: una caja se puede guardar como inversión mientras que la otra se destina a disfrutar y comprobar cómo evoluciona el vino, descorchando por ejemplo una botella al cabo de cinco años, otra al cabo de diez y otra al cabo de quince.

Créditos: Insolity

Es una combinación unísona de disfrute, conocimiento sobre el vino e inversión en Grandes Vinos accesibles y que cuentan también con algo más de disponibilidad. 

Mis 12 recomendaciones para una inversión accesible

Las siguientes botellas me enamoraron. Algunas de ellas las caté durante la semana de Primeurs de Burdeos y caí rendido ante su potencial, frescura y elegancia. Otras, las conozco muy bien porque son un referente en otras regiones al margen de Burdeos. Para mí, son algunas de las mejores etiquetas tanto si quiere iniciarse en la inversión en vinos o fortalecer su colección con botellas accesibles, prestigiosas y que en el pasado han mostrado buenos rendimientos.

Estos son algunos de mis favoritos. Le invito a descubrir los suyos:

1. Château Ducru-Beaucaillou (Burdeos - Saint-Julien)
2. Gaja Sorì Tíldin (Piemonte - Langhe)
3. Clos Mogador (Priorat)
4. Château Palmer (Margaux)
5. Château Ausone (Burdeos - Saint-Émilion)
6. Latour Romanée Saint-Vivant (Borgoña - Romanée Saint-Vivant)
7. Ladoucette Baron de L (Borgoña - Pouilly-Fumé)
8. Michel Chapoutier Le Méal (Ródano - Hermitage)
9. Château Trotanoy (Burdeos - Pomerol)
10. Château Figeac (Burdeos - Saint-Émilion)
11. Château Pape-Clément (Burdeos - Pessac-Léognan)
12. Louis Roederer Brut Blanc de Blancs (Champagne)

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