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Los tamaños en los que puede presentarse una botella de vino son tan variados como sus formas. Y es que existen diversas formas y tamaños que pueden hacer que, cuando pensamos en una botella de vino, no todos imaginemos la misma. En cuanto a formas, podemos imaginar una botella Bordelesa -de hombro-, una Borgoñesa -redondeada, parecida a la botella de champagne-, o una botella Rhin -de cuello alto, más estilizada-, pasando por una botella jerezana, de vino dulce, etcétera.

Créditos: Pxfuel

Visto así, son varias las formas que puede adoptar una botella de esta bebida tan consumida en todo el mundo. ¿Y si hablamos de tamaños? Sus medidas son tan diversas como sus formas y, además, contribuyen a que el vino madure a otro ritmo o adquiera otro valor:

Formatos pequeños y estándar

Split

Una botella Split contiene 187,5 ml de vino; es la más pequeña de las botellas y equivaldría a una copa corta. Es la medida que encontramos, por ejemplo, en un minibar.

Benjamín

También llamada Piccolo, contiene 200 ml de vino y podría considerarse de tamaño individual.

Chopine

Equivale a 250 ml de vino.

Tres octavos

También llamada Fillette. Contiene 375 ml y equivale a media botella estándar.

Botella estándar

También conocida como botella de 750 ml, es la más común y utilizada para embotellar vinos. Es ideal para el almacenamiento del vino por tratarse de un formato conveniente y cómodo. Y, una anécdota: hay muchas teorías al respecto de la estandarización de la botella de 750 ml como la más común, pero la más aceptada es que esta medida nace en el siglo XIX, cuando los británicos dominaban la distribución del vino a nivel mundial y eran los mayores clientes de los productores franceses. Los ingleses usaban otro sistema métrico -galones imperiales, donde 1 galón equivale 4,54 litros-. Para transportar el vino desde Burdeos, usaban barriles de 225 litros -50 galones- y, para dividir esa cantidad y simplificar las cuentas, se vio que con un barril se llenaban exactamente 300 botellas de 750 ml. Así, era más fácil calcular los precios y el número de botellas y barriles.

Un galón de vino y una botella. Créditos: Pxfuel

Botellas de grandes formatos. Créditos: Pxfuel

Litre

La botella de 1 litro. Existe, aunque es poco común, especialmente en España. Sin embargo, puede encontrarse, por ejemplo, en vinos de jerez.

Grandes formatos

Las botellas de gran formato son perfectas para los vinos que necesitan una mayor maduración, ya que el mayor volumen de vino en la botella puede ayudar a suavizar los taninos y mejorar el sabor. También son una opción llamativa en una fiesta o celebración, además de un objeto de colección. Los más habituales, son los siguientes:

Jeroboam Roederer Cristal. Créditos: Louis Roederer

Rehoboam.

Tiene una capacidad de 4,5 litros, lo que equivale a seis botellas estándar. También es perfecto para largas maduraciones ya que el mayor volumen de vino en la botella puede ayudar a reducir la oxidación y mejorar la calidad del vino.

Formatos muy grandes y de exhibición

Igual que los formatos más manejables, estas botellas de gran tamaño favorecen a la maduración del vino y a su conservación; hay menos cantidad de oxígeno por litro y ayudan a mantenerlo joven y a ralentizar la oxidación. Además, en general, los nombres de los grandes formatos de botella de vino tienen una conexión histórica o bíblica, lo que les da una cierta aura de prestigio y les permite diferenciarse unos de otros. Estas son las botellas más grandes del mercado:

Methuselah / Matusalén

Esta botella tiene una capacidad de 6 litros, es decir, el equivalente a ocho botellas estándar y toma su nombre del personaje bíblico que, según la Biblia, vivió 969 años.

Salmanazar

La botella de Salmanazar tiene una capacidad de 9 litros, lo que equivale a 12 botellas estándar. El nombre de esta botella se refiere a un rey asirio del siglo VIII a.C.

Balthazar

Su capacidad es de 12 litros, lo que equivale a 16 botellas estándar. Esta botella lleva el nombre de uno de los Reyes Magos que visitaron al niño Jesús en el Belén.

Nabucodonosor

Tiene una capacidad de 15 litros, lo que equivale a 20 botellas estándar. Esta botella lleva el nombre de un rey babilónico del siglo VI a.C.

Melchor

Esta botella tiene una capacidad de 18 litros, lo que equivale a 24 botellas estándar. El nombre de esta botella también se refiere a uno de los Reyes Magos.

Primat

Tiene una capacidad de 27 litros, lo que equivale a 36 botellas estándar. También se encuentra con el nombre de Goliath que, de acuerdo con la narración bíblica, fue un gigante que durante asedió al ejército de Israel y fue vencido por David.

La evolución del vino en botellas grandes

Los expertos coinciden en que el vino suele evolucionar mejor en botellas grandes. Esto se debe a que hay menos oxígeno por litro, por lo que la oxidación es menor. Por otro lado, favorece a que haya menos cambios bruscos de temperatura, particularidad que también contribuye a una mejor conservación del vino.

Aun así, son muchos los factores -azúcar, acidez, alcohol, taninos- que intervienen en el envejecimiento de un vino. Está demostrado que un tamaño Magnum de botella ayuda a que el vino exprese mejor sus matices y aromas, pero cada vino es un mundo y no se puede estipular como regla general que una botella grande sea siempre mejor, en términos de envejecimiento.

Una opción atractiva para los amantes y coleccionistas de los Grandes Vinos

Adquirir una botella de vino de gran formato puede ser una excelente oportunidad de inversión. Estas botellas son raras y valiosas, lo que las convierte en una opción popular entre los coleccionistas y los amantes del vino. Además, como hemos avanzado, tienen -generalmente- una mayor capacidad de envejecimiento, lo que significa que el vino dentro de ellas puede mejorar y aumentar su valor con el tiempo si su objetivo es invertir en vino.

En cuanto al impacto visual, queda claro que son impresionantes y que, por lo tanto, se convierten en el foco de atención y admiración en cualquier bodega o colección de vinos, convirtiéndolas en una adición emocionante y atractiva.

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