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Établissements J.P. Moueix. Créditos: Insolity

Christian Moueix es uno de los nombres más famosos de Burdeos. Es el mayor negociant de vinos de la Rive Droite y distribuye Grandes Vinos de Burdeos y California por todo el mundo. Su padre, el visionario y aclamado Jean-Pierre Moueix, estableció la empresa en 1937. Hoy también es propietaria y productora de varios prestigiosos crus, como Château La Fleur-Pétrus en Pomerol; Château Bélair-Monange en Saint-Émilion; y, en Napa Valley, California, Dominus Estate.

Elegante, risueño y con una extensa amabilidad, Christian nos cuenta el cambio de mentalidad entre los elaboradores. La pregunta es sencilla: ¿cuáles son las razones de una añada tan buena, a pesar del calor y la falta de agua?

“Para mí, la explicación es técnica; es humana. En la década de los 80, con la llegada de Parker, comenzó la era de los vinos ultrapotentes, y más o menos todo el mundo siguió ese camino para intentar conseguir su beneplácito”. “¿Qué significaba eso? Vendimias maduras o sobremaduras. Lo hacíamos 15 días después de la maduración, lo que provocaba enormes graduaciones y extracciones: era la búsqueda del máximo tanino”.

Sin embargo —nos cuenta—, “quien antes vendimiaba 15 más tarde, ahora vendimia 15 días antes. Esto explica fácilmente por qué, cada vez más, los vinos de Burdeos son más frescos. En la añada 2022 realmente se dio esta situación: todos vendimiamos muy pronto.”

La influencia de Parker en los vinos de Burdeos de los años 80

C. Moueix (segundo por la izq.) y E. Moueix (segundo por la dcha.)

En otras palabras, esta frescura también proviene del hecho de que hemos pasado del maximalismo al minimalismo, y la verdad probablemente se encuentre en algún punto intermedio.

Adaptación al calentamiento global

El calor y cómo el viñedo se ha adaptado ha sido uno de los grandes temas de la cosecha 2022 en Burdeos. Christian conoce a la perfección el cambio propiciado por el calentamiento global.

"Climatológicamente hablando, cuando tenemos veranos muy calurosos, el tiempo suele ser mejor en el norte (de Burdeos). El ejemplo perfecto es 2003, que fue bastante inesperadamente caluroso en aquella época, y creo que fue la primera ola de calor causada por el calentamiento global. Ahora estamos empezando a acostumbrarnos. En 2003, los vinos tintos de Saint-Estèphe eran fantásticos, aunque es posible que su estructura se resintiera un poco por el exceso de calor.

Desde entonces, hemos sabido adaptarnos mejor a estas temperaturas extremas superiores a 40°, 41°, 42°. El récord en Gironda es ahora de 42,5°. Una de las formas de adaptarnos es podar las viñas de forma ligeramente diferente para protegerlas del sol. Antes recortábamos a 50 cm. Si añades sólo 2 cm a cada lado, no es mucho, pero obtienes más hojas a cada lado y las uvas están mejor protegidas".

Por tanto, "una de las explicaciones del éxito de la añada es que nos hemos adaptado a este nuevo clima, y eso es lo que nos ha permitido producir una gran cosecha este año, aun teniendo un tiempo muy caluroso con mucho sol".

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