

Renovando una tradición ancestral en el Médoc, a principios de los 80 Philippine de Rothschild (hija del barón) plantó algunas hectáreas con variedades blancas: “Cuando era pequeña, mi padre inventó para mí un cuento de hadas cuyo héroe era una tetera mágica. Sus increíbles aventuras me atrayeron durante toda mi infancia. La tetera se llamaba Aile d'Argent. Estalló la guerra y mi padre fue detenido. En la cárcel, de memoria, escribió el cuento, que tituló Aile d'Argent la Magique (Ala de Plata Mágica) y fue publicado por Gallimard en 1947.” La emoción de esta historia se condensa en cada gota de este espléndido vino, en una cosecha de bayas pequeñas y concentradas que han entregado un vino de gran elegancia y expresividad: una verdadera expresión del terroir donde nace.
”Nariz intensa y ligeramente compotada en nariz, con notas de mentol. En boca es refinado, luego graso: posee un recorrido sabroso y fundente, coherente, que lo convierten en una experiencia deliciosa y larga