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Locura comedida, desenfreno elegante y high society: durante buena parte del siglo XX, Salvador Dalí fue uno de los artistas con mayor vida social de Europa y, junto a un selecto círculo —formado por Federico García Lorca y el cineasta Luis Buñuel, entre otros—, organizó y frecuentó los encuentros más extravagantes en Cadaqués.

Cenas repletas de exclusivas excentricidades y puestas en escena singulares habían convertido al pueblo en el punto de encuentro más deseado por la aristocracia de la época, que también era asidua a las fiestas que el adinerado pintor José María Sert organizaba en Mas Juny, la famosa masía palamosina por donde pasaron Marlene Dietrich o Coco Chanel, entre otros.

También las selectas y surrealistas tertulias cadaquenses estaban impregnadas de los bailes de máscaras que tenían lugar en los suntuosos palacios de Venecia; bailes que Dalí frecuentaba y en los que era habitual encontrar a grandes personalidades de la época, como la Princesa Grace de Mónaco. 

Salvador Dalí con su mascota, el ocelote Babou. Créditos: Wikimedia Commons.

Arte, diseño y estancias de ensueño

Dalí es un reclamo mayúsculo de Cadaqués, pero hay otros extensos motivos para perderse en él: sus hermosas playas, la riqueza histórica como pueblo de pescadores y, por supuesto, sus locales de ocio gastronómico.

Alojarse en alguno de los hoteles de lujo le asegurará vivir una experiencia inolvidable. Villa Gala es un hotel boutique que rinde homenaje a la que fuera mujer y musa del artista: Gala. Esta antigua casa con 14 habitaciones pertenece al hostelero francés Jean-Marc Fau y la diseñadora de interiores Caroline Deffis. Un rincón con vistas al mar que le hará respirar los aires más dalinianos del lugar. 

Así como Dalí-Gala y Cadaqués son inseparables, también lo son los desayunos frente al mar y los paseos por tiendas típicas como PEPA, una boutique de ropa local que abrió sus puertas en 1974. Ubicada a pocos pasos del clásico bar Meliton, donde Marcel Duchamp jugaba al ajedrez con Gala, el espacio reúne a marcas de lujo como Loewe, Celine o Jacquemus con artistas y diseñadores invitados como Elvira Voynarovska o la diseñadora de joyas Nathalie Mathoulin. 

Noches de lujo: grandes encuentros, grandes vinos

Si algo supo Dalí fue disfrutar de los placeres terrenales y hacer de ellos grandes obras que continúan emocionando. De su fascinación por el vino, resumió en el fantástico libro Los vinos de Gala un despliegue de emociones vividas al abrir botellas que lo llevaron a afirmar que “un verdadero entendido no bebe vino, saborea sus secretos”. 

Cuando el sol se ponga, vístase con sus mejores galas y déjese llevar por el espíritu festivo y de desenfreno artístico de Dalí. Es momento de comer bien, beber bien y disfrutar de los placeres más concupiscentes. Rincones en el centro del pueblo como el mítico Compartir, el pequeño local de tres ex Bulli: Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruc. Un emblema Estrella Michelin de la Costa Brava que dio origen al mítico restaurante Disfrutar de Barcelona. 

Solo hay una manera de acabar un día en Cadaqués: fundirse en las historias sobre Magritte, Éluard y Disney que el bar Boia Nit tiene por contar. En el famoso bar, propiedad de la familia Vehí desde 1946, disfrutará de cócteles de autor de Manel Vehí. Y acabará la noche, quién sabe, como Dalí y Duchamp en sus intensos veranos de los años 60. 

La tierra que inspiró a Dalí y a numerosos artistas es un lugar mágico que en la actualidad eligen las celebridades más top. Además de sus paisajes, sus casas son una colección de imágenes inolvidables que le acercarán a la historia de una ciudad que ha sido testigo de los encuentros más inspiradores.