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Con más de 300 años de historia, Château Pichon Baron ha marcado su camino en la región de Pauillac, en Médoc, Burdeos. Esta casa ha sido reconocida por su excelencia en la producción de grandes vinos, convirtiendo sus etiquetas en las más reconocidas del mundo como Château Pichon Baron, que ha mantenido su clasificación como Second Grand Cru Classé desde 1855. Según Xavier Sánchez, director comercial de Château Pichon Baron, mantener la alta calidad de un Second Grand Cru Classé se encuentra en el trabajo de cada detalle. La bodega ha mantenido su tradición constante de calidad y excelencia a lo largo de los años. "El objetivo es mejorar y pulir los pequeños detalles en cada añada para que el vino emblemático de la bodega continúe manteniendo la esencia que lo destaca internacionalmente y que, en 2021, lo colocó entre los 30 mejores del mundo según los críticos especializados", afirma Sánchez.

Château Pichon Baron combina la tradición y la tecnología moderna de manera única, creando vinos que honran la herencia vinícola de la región con uvas que transforman sus vinos en piezas capaces de satisfacer a los paladares más exigentes. La bodega ofrece una variedad de vinos, desde los más accesibles hasta los más exclusivos, para que los consumidores puedan encontrar su vino perfecto.

Si bien existen muchos momentos para disfrutar un buen vino, Xavier Sánchez considera que el momento ideal es durante el aperitivo. Para él, es la ocasión perfecta para abrir una botella y disfrutarla con amigos y familiares. Además, también sugiere que Château Pichon Baron es ideal para maridar con un buen chuletón a la barbacoa; sin duda, un maridaje que emocionará a los amantes de los grandes vinos.

Créditos: Château Pichon Baron

Créditos: Château Pichon Baron

En la actualidad, Château Pichon Baron ha profundizado sus avances en una inversión que toda joya necesita para brillar al máximo. Se han realizado importantes trabajos en las salas de crianza del castillo del siglo XIX y se ha renovado la zona de recepción y degustación que cada año acoge a unos 10.000 visitantes. Uno de los mayores desafíos que enfrenta la maison es encontrar el equilibrio adecuado entre la calidad de sus vinos y el respeto al medio ambiente. Para la casa es importante producir vinos que sean sostenibles y respetuosos con el entorno natural en el que se cultivan las uvas.