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Pujanza: vinos que miran al viñedo
PUJANZA, CONEXIÓN CON EL TERROIR Y LA HISTORIA
Producción limitada, altas puntuaciones y grandes dosis de disfrute se dan de la mano en esta selección de Bodegas Pujanza. Y es que Carlos San Pedro, creador de esta bodega cada vez más prestigiosa, transmite pasión y precisión a través de una serie de vinos en los que prima la expresión del viñedo por encima de todo.
Leer másAnteportalatina 2015, Cisma 2007, Valdepoleo 2019 y Norte 2016 reunidos para usted en una Venta Privada que se erige como el momento perfecto para adquirirlos y disfrutarlos. Y de hacerlo, además, en ventajosas condiciones.
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Pujanza: lo moderno de volver a la tradición
Los vinos de Pujanza se conciben como la expresión de los distintos viñeos que componen la propiedad. Situadas en Laguardia, en pleno corazón de Rioja Alavesa y a los pies de la Sierra de Cantabria, son parcelas históricas de las que nacen auténticas joyas como Cisma o el blanco Anteportalatina, un blanco que no se elabora en todas las añadas, ya que de esta parcela procede también otro de los grandes vinos de la casa: Añadas Frías.
Más Detalles
El tiempo de los viñedos
"Todo lo que hacemos en bodega está pensado para que el vino no pierda su conexión con el viñedo. Creemos en la tierra": cada paso, cada decisión, conducen a Carlos San Pedro y a su equipo a transmitir con intensidad el origen y la tierra, abriendo la puerta a que nuestros sentidos se sumerjan en un paisaje histórico a través de expresion vívidas y emocionantes.
Con la vista puesta en los orígenes
Que los vinos de Pujanza sean una lograda e inmejorable expresión de su lugar procedencia no es casual. De hecho, la apuesta de Bodegas Pujanza es muy clara: la vuelta al origen para que sus vinos muestren “la procedencia, la esencia de la historia y de la tierra”. Carlos San Pedro ha sabido recoger la tradición y crear a partir de ella vinos más frescos y sutiles, elegantes y con buena estructura, ideales para la guarda.
Viñedo: aquí empieza todo
La diferencia que puede haber de un vino a otro en función de la parcela de donde proceda puede ser enorme. Por ello, el trabajo de Bodegas Pujanza se centra fundamentalmente en el viñedo, distribuido a lo largo de 40 hectáreas en la localidad de Laguardia, y en un radio de apenas 4 kilómetros de la bodega. Ello permite conocer con exhaustivo detalle las características del terroir e invertir el mayor esfuerzo allí. Una vez la cosecha ya está en bodega, se trata de preservar la calidad y los parámetros obtenidos en el viñedo, elaborando de modo tranquilo, sin prisas, y prestando atención a las necesidades de cada depósito y parcela.
