

La riqueza del paisaje, su diversidad y la emoción del trabajo de nuestros antepasados forman parte del alma de Telmo Rodríguez, quien recupera viñedos caídos en el olvido y los trabaja de manera orgánica, siempre desde el máximo respeto al lugar. Aprendizaje, experiencia y reflexión para entender enclaves mágicos a los que da vida con vinos muy fieles a su tierra.