

Entre el clima, una tierra con variedades autóctonas y la tenacidad por seleccionar las mejores uvas de las cosechas, nació en 1994 Ànima Negra. La bodega, proyecto de tres amigos mallorquines, utiliza cepas locales para sus producciones: Callet, Mantonegro, Fogoneu, Premsal Blanc y Giró Ros. Solo así, consiguieron vinos con una gran personalidad, elegantes y complejos.