

El Montrachet Grand Cru abarca solo 8 hectáreas entre Puligny-Montrachet y Chassagne-Montrachet. Esta área en particular era conocida en el siglo XIII como 'Mont Rachas' (la rache, o tiña, era una afectación que provoca calvicie), lo que servía símil para describir la poca vegetación de la ladera, desnuda y pedregosa, en la que que solo crecían zarzas espinosas hasta que se plantaron las vides. Hoy, es un terruño que se erige como una notable excepción porque sus suelos pardos, normalmente reservados para el Pinot Noir, transforman al Chardonnay en uno de los mejores vinos blancos del mundo. Es un vino realmente único, muy excepcional, en una añada muy aplaudida y con 96 puntos de Wine Spectator.
”Color amarillo pálido. Nariz intensa, floral, con notas de almendra asada. En boca es amplio y discretamente amaderado, con una bella mineralidad. Final persistente.