

Fue el saber esperar lo que le otorgó su nombre. Elegido del dialecto piamontés en el que Ca’Marcanda signfica “casa de las negociaciones”, y como resultado de muchos años de negociación, Angelo Gaja se convirtió en dueño de la bodega en 1996. Desde entonces, se producen vinos fieles a los orígenes y que expresan los profundos detalles de las viñas toscanas.